jueves, 31 de enero de 2013

La adolescencia: el conocimiento de uno mismo



Es probablemente uno de los periodos de la vida mas difíciles y conflictivos. El paso de la infancia a la madurez no siempre es fácil ni cómodo  no solo por la inseguridad y los conflictos del propio adolescente, sino también por las tensiones que se generan con las personas adultas con las que se convive. La palabra adolescente procede de la palabra latín adolesco, que tiene dos significados: El más conocido es el de crecer, pero también significa arder.
Cualquiera de los dos se podría aplicar a esta edad, en la que el cuerpo se desarrolla y crece pero también entra en ebullición. Adolescenciano es lo mismo que pubertad. La adolescencia se refiere más a la conducta o a los aspectos culturales de quienes están en el proceso de entrar en la madurez, pero aún no son personas maduras; su duración es poco precisa y, de hecho, hay personas adultas que tardan mucho en alcanzar una madurez de conducta propia de su edad y mantienen una mentalidad adolescente durante largos años.La pubertad hace referencia a los cambios físicos que ocurren durante laadolescencia, y cuyo comienzo y fin están bien establecidos.

Cómo son los adolescentes

Cada adolescente es distinto, y es bueno evitar el tópico de que todos los adolescentes son agresivos, rebeldes, indisciplinados… Hay adolescentes más pacíficos, más sosegados, más reflexivos, etc., que otros, v no por ello dejan de ser unos adolescentes totalmente normales. El adolescente está empezando a descubrir el mundo de los adultos y se debate entre aceptarlo (porque debe vivir en él) o rechazarlo (por los muchos defectos e incoherencias que el mundo de los adultos presenta). La mayoría de los adolescentes tienen épocas de profunda rebeldía mezcladas con momentos de plena adaptación, aceptan unos criterios un día y los rechazan poco tiempo después, y viceversa. Es normal que sea así, porque están tratando de encontrarse y conocerse a sí mismos.
La adolescencia y el conocimiento de uno mismo A pesar de la variedad de conductas que presenta un adolescente normal, la que más llama la atención es la del rebelde en continuo conflicto con los padres. Esto ha sido así desde tiempo inmemorial: Muchos padres con hijos adolescentes estarán hoy de acuerdo con el gran filósofo Sócrates cuando, según comentan sus discípulos, describía la juventud de sus tiempos de una forma que continúa estando vigente hoy en día. Desde siempre, el tópico de la adolescencia ha sido el de un joven en frecuente conflicto consigo mismo y con los adultos con quienes convive: hay demasiada energía vital, probablemente más de la que algunos adolescentes son capaces de encauzar por sí mismos y, con toda certeza, más de la que algunos adultos son capaces de entender, olvidados ya de su propia juventud. Pero no todo es negativo en los adolescentes.
Su innegable capacidad intelectual queda frecuentemente disimulada bajo la apariencia de conductas superficiales y comentarios no siempre entendidos ni aceptados por sus mayores. Desde el punto de vista médico, gozan generalmente de una envidiable salud física: el estar pletóricos de salud es algo tan natural para ellos, y la enfermedad algo tan lejano, que a pesar de sus habituales preocupaciones por la normalidad de sus cuerpos y por la angustia que les causa el más mínimo síntoma que suene a enfermedad, son escasamente impresionables ante cualquier consejo sobre prevención de enfermedades.

Los peligros para la salud del adolescente

Algo pasa, sin embargo, en la adolescencia de los países occidentales. Por poner un ejemplo, los adolescentes y adultos jóvenes (entre los 15 y 24 años) de Estados Unidos son el único grupo de edad en que la mortalidad ha aumentado durante los últimos 20 años, a causa del mayor numero de accidentes automovilísticos, de homicidios y de autólisis, o autolesiones; la autólisis entre los adolescentes se ha triplicado en los últimos cuarenta años, y algo semejante pasa con las muertes violentas. La depresión infantil era un término prácticamente desconocido hasta hace poco, pero, según estudios anglosajones, en la actualidad afecta entre el 1 y el 5 de los niños y adolescentes. Algo le sucede a la adolescencia de ahora, algo de lo que ella no es la primera responsable.

 La psicología del adolescente

Los adolescentes, tanto ellos como ellas, son particularmente influenciables y muy sensibles a su aspecto y a lo que los demás piensen de ellos. De ahí que los chicos se preocupen de su forma de vestir o caminar, de su aspecto más o menos musculoso, o de su apariencia más o menos madura o inteligente, y las chicas se preocupen de su aspecto más o menos atractivo, de su peinado, de su ropa. etc.
Todos están muy atentos a sus cuerpos. Por mucho que lo nieguen, son muy influenciables, y prueba de ello es la gran cantidad de dinero que se mueve en la industria de la música, de la ropa, de la moda, etc., a expensas del consumidor adolescente. Por ello, y también por su afán de experimentar todo lo nuevo (sobre todo si está prohibido), son presa fácil de quienes pueden iniciarles en las drogas, tanto legales (tabaco, alcohol) como ilegales. El adolescente necesita conocer sus virtudes y no sólo sus defectos.
Las excesivas críticas pueden favorecer que él mismo se considere lleno de defectos y actúe como tal. Por ser tan influenciable, el adolescente piensa de sí mismo lo que los demás le dicen que es. Jóvenes que están llenos de cualidades y a los que sólo se les han dicho sus defectos, pueden acabar teniendo un falso concepto de sí mismos, sólo conocedores de sus defectos pero no de sus virtudes. Porque desconocen sus cualidades y porque piensan que nadie espera de ellos otra cosa, acaban por no ejercitarlas ni desarrollarlas. La formación del adolescente requiere que se le alaben sus cualidades y no que sólo se le corrijan sus errores.

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